💥 ¿Se avecina el colapso de la consultoría tradicional?
Inflada, sobrepagada y superada por la inteligencia artificial, la industria de la consultoría se enfrenta a una tormenta perfecta.
Lo que antes fue un pilar estratégico para las grandes corporaciones, hoy se tambalea ante dos fuerzas implacables: la disrupción tecnológica y la presión institucional por reducir costes.
“Si la consultoría fuera una acción, la estaría vendiendo en corto ahora mismo.” — Peter Thiel1
El modelo clásico de consultoría está tocando fondo
Durante décadas, grandes firmas como McKinsey, BCG o las Big Four han cobrado cifras millonarias por auditorías de eficiencia que rara vez generan impacto real. Plantillas interminables, recomendaciones genéricas y poca o nula implicación con los resultados. Todo esto sustentado por grandes marcas, oficinas premium y estructuras hinchadas.
Un modelo difícil de sostener en un entorno que exige agilidad, especialización y retorno claro.
Esa forma de hacer consultoría ya no encaja con el mercado actual pero la consultoría real sigue más viva que nunca. La que se basa en:
- Casos de éxito reales y demostrados.
- Experiencia práctica y contextualizada.
- Compromiso con la implementación.
- Foco en resultados tangibles.
En un mundo donde la inteligencia artificial democratiza el conocimiento, el valor está en saber aplicarlo. En entender el negocio, conectar con las personas y transformar la estrategia en acción.
La consultoría no muere. Se reinventa.
¿Estamos preparados para ese cambio?
Aquí hay contexto de estas afirmaciones basado en la publicación “The Consulting Crash Is Coming” de Joe Nocera (The Free Press, 2025.
De héroes corporativos a estructuras infladas
En los años 80, firmas como McKinsey, Bain, Deloitte y PwC eran esenciales. Ayudaban a integrar fusiones, despedir personal redundante y diseñar estrategias de eficiencia. Eran los “cirujanos corporativos” que ejecutaban lo que los CEOs no querían hacer directamente. Integraban culturas empresariales, diseñaban estrategias de eficiencia y justificaban ante los accionistas decisiones difíciles.
Pero con el paso del tiempo, su utilidad se diluyó. Las empresas se volvieron más ágiles, y los consultores simplemente se quedaron… creciendo en tamaño y facturación. En lugar de retirarse, se reinventaron como asesores permanentes, vendiendo proyectos que muchas veces no generaban valor real.
¿Valor añadido o estafa institucionalizada? 💸
Hoy, muchas consultoras parecen más interesadas en mantener contratos que en generar resultados. Casos como:
- McKinsey y Purdue Pharma: 93 millones de dólares para impulsar ventas de opioides, que acabó en un escándalo y una multa de 650 millones.
- CNN+: asesorada por McKinsey, cerró un mes después de su lanzamiento.
- Bain y las galletas Oreo: millones invertidos para descubrir que el problema era el mal manejo en fábrica.
La facturación sigue creciendo: McKinsey alcanzó los 16.000 millones de dólares en 2023, y Bain duplicó ingresos desde 2018, llegando a los 7.000 millones en 2024. ¿El secreto? Retener clientes durante décadas, independientemente del impacto real.
La revolución de la IA: el fin del monopolio del conocimiento
La inteligencia artificial está cambiando las reglas del juego. Lo que antes requería semanas de análisis, ahora se resuelve en minutos.
“Un análisis SWOT que antes tomaba dos semanas, ahora lo hace la IA en dos minutos.” — Soren Kaplan2
La IA democratiza el conocimiento, lo convierte en un commodity. Las empresas ya no necesitan pagar millones por informes que pueden generar internamente con herramientas avanzadas. Esto no solo reduce costes, sino que cuestiona el valor mismo de la consultoría tradicional.
El gobierno también se cansa: el caso de EE.UU.
La administración Trump ha iniciado una ofensiva contra los contratos de consultoría federal. Miles de contratos han sido cancelados, y se exige que cada euro gastado se justifique con resultados tangibles.
- DOGE canceló más de 1.000 contratos en seis semanas.
- GSA exigió a las 10 principales consultoras justificar sus contratos y proponer recortes.
- Deloitte, Accenture y Booz Allen anunciaron despidos y caídas en ingresos.
“Esto debe cambiar.” — Stephen Ehikian3, GSA
El modelo tradicional ya no funciona
El modelo clásico de consultoría se basaba en facturar por horas y por número de personas involucradas. Cuanto más tiempo y más personal, mayor la factura. Pero con la llegada de la IA, ese modelo se desmorona.
“Lo que venden es tiempo.” — Tom Rodenhauser4
Además, los contratos están cambiando: ahora se exige que sean basados en resultados, no en tiempo. Las empresas quieren pagar solo si se cumplen los objetivos. Y eso pone en jaque a las firmas que han vivido del “tiempo facturable” sin rendir cuentas claras.
¿Qué viene ahora? 🔮
La consultoría no va a desaparecer, pero sí va a transformarse profundamente. Las grandes firmas perderán prestigio, los jóvenes dejarán de verlas como destino profesional, y los verdaderos expertos crearán boutiques especializadas. La IA democratiza el conocimiento, y eso cambia todo.
“La industria no va a morir, pero va a cambiar fundamentalmente.” — Tom Rodenhauser
En este nuevo escenario, los consultores deberán demostrar su valor real, adaptarse a modelos ágiles y abandonar la dependencia de estructuras infladas. La consultoría del futuro será más pequeña, más especializada y más transparente.
La era dorada de la consultoría tradicional está llegando a su fin
La era dorada de la consultoría tradicional está llegando a su fin. Las empresas y gobiernos exigen eficiencia, resultados medibles y transparencia. La inteligencia artificial ha cambiado las reglas del juego, y solo quienes se adapten sobrevivirán.
“Eso ya no va a funcionar.” — Josh Gruenbaum5, GSA
Información basada en la publicación The Consulting Crash Is Coming (Bloated, overpaid, and outpaced by AI—big firms confront a future they can’t outsource) de Joe Nocera (10 de julio de 2025) – Tech and Business en THE FREE PRESS.
- Peter Andreas Thiel es un empresario alemán, administrador de fondos de inversión libre y capitalista de riesgo. Fundó PayPal, junto con Elon Musk. Actualmente forma parte de la compañía Clarium Capital, un fondo macroglobal de inversión libre que administra más de dos mil millones de dólares, y es socio administrador de The Founders Fund, un fondo de capital de riesgo de 275 millones de dólares, fundado con Ken Howery y Lucas Nosek en 2004. Fue uno de los primeros inversores de Facebook y forma parte de su consejo de administración. Ha figurado en el puesto número 377 de la Forbes 400, con un patrimonio neto de mil trescientos millones de dólares. ↩︎
- Soren Marcus Kaplan es autor, consultor y conferenciante especializado en innovación y cultura de innovación en organizaciones. Es afiliado al Center for Effective Organizations de la Marshall School of Business de la Universidad del Sur de California, fundador de la firma de consultoría InnovationPoint, cofundador de la empresa de software Praxie.com, y columnista de la sección Innovate de la revista Inc. Magazine. ↩︎
- Stephen Ehikian es el administrador adjunto de la administración de servicios generales de Estados Unidos «Deputy Administrator of the General Services Administration (GSA)» ↩︎
- Tom Rodenhauser es socio director en Kennedy Intelligence además de presentador y editor del pódcast y boletín “Consultants Talk”. ↩︎
- Josh Gruenbaum es comisionado del Servicio Federal de Adquisiciones de Estados Unidos «Commissioner of Federal Acquisition Service» (nombrado por el presidente). Ex: KKR & Co., Moelis & Co. ↩︎